15 jul 2011

24 de diciembre

Yo no quería que el mundo lo supiera: quería que lo supieras vos. Que me rompiste el corazón, que te quise contra toda ley escrita con tus dedos en mi espalda. Que no termino de drenarte de mi ser, de mis venas… que la poesía que brota a veces, en soledad, es tuya. Yo no quería que el mundo supiera que te amé: quería que lo supieras vos. Y estoy seguro de que lo supiste y lo sabés. Que sabés y tenés por seguro que dejaría que nos hundiéramos de nuevo en tu cama o en mi cama hasta acabarnos por completo, y desahogar nuestro dolor uno a uno. Yo también estuve dispuesto a ir a vivir con vos, a hacerte el desayuno, a morderte la espalda, a comerme el humo de tu bullet. Yo también estaba dispuesto. Pero vos no quisiste escucharme, ni nada. Por eso decidí escribirle a nadie, y contarle nuestra historia. Para vos, sexo fácil y seguro; para mí, un juego que no supe jugar. Yo no supe jugar como vos, porque no quería jugar como vos. Yo no quería jugarte, porque sentís tanto como yo, no igual, pero sentís, ¿lo sabés? ¿Sabés que sentís? Vos también sentís. ¡Vos también sentís! Pero por ratitos. Yo sigo sintiendo y sintiéndote. Y soy un estúpido, porque me eché la culpa, y porque imaginé un cuento con vos, uno muy bonito, vos. Bien bonito, vos. Ojalá no se nos pase el tiempo. Ojalá a mí no se me pase el tiempo, no se me escurra, como cuando aplastás una esponja, por debajo de lo que parece estar lleno y listo para servir. Ya no te quiero querer. Ya no quiero quererte. Te pongo en venta. On sale by the owner. Así como estoy yo.