30 sept 2009

Nada que perder

Él es guapo, y es alto.
Y tiene pestañas y ojos hermosos.
Sus manos son grandes, y es blanco.
Tiene un apellido rimbombante
y nunca ha trabajado.
Como vos, fuma marihuana
todos los días.
Se llama Javier.

Está, levemente, más acabado que yo.

Tiene un carro bonito, y es un hippie wannabe,
de esos con ropa de marca y,
seguramente, es una fiera en la cama.
Te debe pedir diez rondas sin quejarse.
E, incluso, debe pedirte más
y gemir como un idiota.

Insisto en que es alto, tiene manos grandes,
y piernas gruesas. Es hermoso.

Está tan acostumbrado a vos,
que ninguno, ni vos, ni él, tienen ya
nada que perder.

Allí están bien.
Allí están cómodos.
Y se sienten seguros.
Torturando sus mentes.
Preguntando con cuánta gente
se acostaron mientras no estaban juntos.
Cómo lo hicieron.
Dónde lo hicieron.
Cuántas veces.
Con quién.

Y él pregunta mi nombre.

Yo, para mientras, escucho a esta estúpida hablando del lago de Izabal.

Aquí, en la nada

Aquí, donde floto en medio de la nada, sólo retumban tus últimas palabras. Esas que dijiste mientras carroñeabas mi oreja izquierda: "No, no quiero que te vayás. No, no quiero que desaparezcás." Esas palabras, como promesa de alcohólico, retumban hoy en mi cabeza y, también, en esta nada. En este maldito vacío que ha dejado mi, ya clásica, espera.

28 sept 2009

unsent

mantenete en bajo perfil, pequeño escritor, pequeño poeta, pequeño amante. que tu nueva luna no puede presumir su estrella. que sea, entonces, como ese lunar que te adorna la espalda, por el costado derecho. o ese que se esconde entre tus muslos. esos, que estoy seguro, sólo yo conozco, sólo yo he besado. la prosa será ahora mi lazo con vos. más seca, menos cursi. siempre adornando lo que me cuesta decir, pero diciéndolo, al fin de cuentas. que es en momentos así, cuando me da frío, que los dedos me piden comunicarme con vos, aunque no me leás. y no, no tengo el coraje de tomar el teléfono y decirte que te extraño. nunca he ganado nada diciendo lo que siento. vos, como todas y todos los demás, ignorás los versos y las líneas. las únicas líneas que conocés, son las que conforman mi cuerpo. mis únicos versos, cuando te pido más, y mis gemidos. y aquí estoy, otra vez, fumando un cigarrillo y escribiéndote a vos, que sos ahora motivo de insomnio. ya casi escribo por impulso, sin pensar si se entiende, si rima, si estoy construyendo algo - alguna idea, mito, leyenda. ya sólo escribo para no sentir cómo me he ido matando por dentro. sólo estas letras me confirman que existo. cuando de vez en cuanto, y para no secarme, finjo ser aquel que te escribía poemas que jamás vas a leer.

yo: el amante

adónde me llevás
con esas labios
con esos dientes
masticando mis lóbulos
dejándome vulnerable
adónde voy
con vos pidiéndome un abrazo
hablándome de sus ojos
de sus pestañas
de sus manos
sabiendo que estoy aquí
llenando ese espacio
que ni la pasión
ni la costumbre
ni el sentimiento
ni el tiempo
ha logrado llenar

27 sept 2009

la estupidez

ser estúpido nunca ha sido un problema para mí. no importa, me pediste un abrazo, y me comiste la oreja izquierda. y entre poner resistencia y disfrutar del placer gratuito que te da darme placer, prefiero la segunda opción. siempre he creído en vos, y estoy seguro que ese es el problema: creerte. si supiera que mentís, no me daría miedo irme. como sé que no tenés nada que perder conmigo, convulsiono. y cuando te veo, convulsiona, también, todo adentro. y es ahí donde quiero estar; es ahí donde te quiero. pero ser estúpido nunca ha sido un problema para mí. que te ofrecido esperar sin ningún problema a que arreglés los desastres que has buscado en tu propia búsqueda. que no me importa que tengás que resolverte para tenerte todas las noches en mi cama, y comerte el cuerpo, y marcarte con la boca y aruñarte la espalda. pero es que ser estúpido nunca ha sido un problema para mí. siempre me he comido las mejores frutas, o al menos, las que a mí me gustan. y me gusta, también, adornarlas y ponerles corazones y caritas felices para no sentirme tan miserable. a vos te pinté mi lengua en el cuello. está borrada, ahora, pero te hace falta. y tu lengua, delicia, a mí me hace falta también. y me encanta perder el miedo, y escribirlo, porque sé que te gusta cuando me entra la locura y busco otras formas de decirte lo que sea, que hablando nunca llegamos a nada. cuando te he escrito, te he puesto a pensar. qué me importa, entonces, si no me querés. ser estúpido nunca ha sido un problema para mí. soy la cocaína favorita de cualquiera: entre más deshecho, mejor polvo.

en medio de tu desastre

ahora, que ya te arrepentiste de los besos furtivos de la madrugada, dejo que caminés por ese sendero que conozco bien. yo no quiero volver, así que me quedo esperando que desaparezca totalmente tu silueta por entre los sauces. no importa, andá con él. en cualquier momento sólo tendrás que seguir las ramas rotas para encontrarme en el claro de todo ese desastre. por eso soy el amante: porque nadie da lo que yo doy.

24 sept 2009

nada

ya no hay nada por qué luchar
antes me interesaba hacerte conversación, saber qué pensabas del aborto, de las drogas, del sexo sin protección
ahora no hay nada que logre que me quede sentado
frente a vos
intentando descubrirte

19 sept 2009

Querida Elphaba

quiero saber
qué tengo que hacer
para dejar de odiarte tanto
para dejar de ser
el ex amante resentido
que no pudo entender a tiempo
que no supo decifrar
tus códigos
y se lanzó al vacío
con ganas de romperse el cuello
-nada importaba si me lo rompía por vos-
quiero saber
cómo vivir este segundo
sin tener tu nombre
tatuado en el cerebro

a veces me da miedo pensar
que quizás sólo vos
podías hacer que brotara poesía de mis dedos.

17 sept 2009

Lo que pasa es que sabés cómo mantenerme atado a tu cintura. Con esa parquedad en la cama (o en la bañera, o en el carro, o en los baños de aquel bar...) que me motiva a hacerte gritar. Sabés mantenerme atado a tu cintura con ese estertor final que me hace sentir útil. ¡Qué me importa si te vas! En esos momentos gritabas "¡Ah!". Yo quería que gritaras, cuando me iba, que me quedara con vos.

16 sept 2009

Consumatum est

0:37 a.m.
(sms LP->M): "No quiero ser un problema más para vos. Pero si querés yo te puedo dar todo."

0:44 a.m.
(sms LP->M): "Estoy un poco a verga (borracho). No creo que me vaya a recordar mañana."

9:45 a.m.
(LP llama ->M):
LP: Hola.
M: ¿Quien habla?
LP: Luis Pedro. Te acostás conmigo y se te olvida quien te habla... ¿preferís que gima un poco o ya me identificaste?
M: Jajaja, qué onda. ¿Cómo estás?
LP: Bien. Extrañándote un poco. Pero sólo un poco, no te afanés...
M: Nomás lo suficiente, jajaja.
LP: A huevos, sí. Te llamaba para disculparme por el mensaje que te envié anoche. No tenía ningún derecho de escribirte algo así. Menos ahora que necesitás tiempo para vos.
M: No importa, no hay clavo.
(Silencio. LP busca tema de conversación. Antes, cuando te interesaba acostarte conmigo teníamos siempre tema para hablar. Ahora se murieron los temas por culpa de sus malditas pestañas...)
LP: Quería preguntarte si te molesta que te envíe esos mensajes...
M: Pues... no. ¿Qué puedo decirte?
LP: Pues no sé, que te los deje de mandar. Que necesitás tiempo y espacio. Que respete eso.
M: Pero pues, mala onda si te digo eso... no puedo evitar que sintás.
(LP piensa "ni yo puedo evitar que vos no sintás nada en absoluto...")
LP: Bueno, pero mejor decime, ¿querés que te los deje de enviar?
M: Pues... sí...
LP: Va. Está bueno. Yo soy obediente. Entonces, ¿nos hablamos?
M: Sí. Llamame cuando tengás algo qué decirme.
LP: Está bien. Igual vos.
M: Va, que pasés feliz día y suerte en el trabajo.
LP: Igual. Un abrazo.
M: Gracias vos, órale.
LP: Ciao...

Y no te volví a llamar.

Para Ítalo Morales.

Esta noche se me ocurrió hacer algo que llevaba bastante tiempo sin hacer. Escribí mi nombre entre comillas en Google, y ví qué había. De primero, salió este blog. Luego, varias referencias que se hacían al mismo, así como un par de flyers de eventos donde he mezclado y puesto música. En la octava página, última, por cierto, encontré que alguien había comentado sobre algo publicado en Bloogy Mary. Se llama Ítalo Morales. Jamás lo he conocido, pero ahora me interesa conocerlo. Dejó un comentario preguntando dónde puede conseguir mis poemas: escribió que le fascinan. Realmente escribió faconan, pero no importa. El comentario fue publicado en un post después del que me incluía. Pero, de cualquier forma, significa mucho para mí.

Un pinche comentario. Sí. Me cambió este preciso momento de la noche saber que hay alguien, que no conozco, y que me ha leído y le fascina. Tengo 21 años, y jamás hubiera imaginado este instante, cuando por primera vez alguien ajeno a mi círculo comenta algo así de mis textos. Claro, comentarios malos siempre me han llegado, pero generalmente son de mis examantes que se ofenden porque escribo todo siempre. Lo que pasa es que no me da miedo - cuando les escribo poemas enamorado, soy el mejor poeta del mundo; si les escribo luego de que me dejan, soy la peor basura con la cual pudieron acostarse.

Pero este tal Ítalo Morales es un perfecto desconocido para mí. Y me invita a seguir escribiendo. No sé quién seás, intenté googlearte, facebookearte y blogspotearte, y aparentemente, no estás por ningún lado. Pero si algún día pasás por acá, dame el honor de comunicarte. Me hiciste feliz hoy, y nuevamente agradezco el don que tengo para escribir las peores cosas de la forma más bonita, y pintar la vida de colores para los demás. Tengo una copia de mi libro, la última, esperando por vos.

12 sept 2009

nunca pensaste en la consecuencia que sería yo. al final, qué podías hacer. no te culpo. yo siempre caigo en mis propias redes, ¿por qué no ibas a caer vos? ahora soy yo el que se muere de miedo en una esquina, solo. te dije alguna vez que tengo esta maldita tendencia. siempre estoy listo para todo: la gente nunca está lista para mí. no es problema de ego, y sé que a vos te queda claro. que a los demás no me importa si les importa. nunca vas a olvidar cómo te lavé la espalda. y como te advertí, lo escribo todo. no me diste amor, pero al menos me diste otra historia. ahora sólo me queda esperar si voy a seguir siendo la sombra de sus pestañas (la nueva versión de parís, Elphaba, apuntá que voy siempre en picada).

ahora me quedo esperando, como siempre. espero dando el 100%, sin miedo. que ya salí de tanto, que meterme de nuevo en este agujero es como cortar las flores del jardín de mi casa. no tengás miedo de destruirme. siempre al final escribo poemas confirmando que soy invencible.

8 sept 2009

chateando con Javi

Javier Mazariegos dice:
*inspiración
luis pedro dice:
*no
*la inspiración no existe, sólo la locura
*es ese momento de arrebato, cuando ya no cabés dentro de vos mismo
*y necesitás paratextos para darte a entender
*que si yo intentara explicarme como todos saldría perdiendo, porque tengo un hombrecito en la cabeza que me sopla frases que sólo él, con su locura infinita, logra entender.
*generalmente, ni yo entiendo lo que escribo
*pero él sí me entiende a mí

7 sept 2009

madrugada

Me despierto sin haber dormido nada, y aquí estás. A la par mía. Todo el cuarto huele al escándalo de la madrugada que recién pasa. Me encanta. Te doy un beso en cada ojo y abro los brazos para que te trasladés de mi almohada a mi pecho. Meto mis dedos entre tu pelo y te doy los buenos días. Esto es demasiado, pienso, mientras que tu índice derecho recorre desde mi rodilla hasta mi ombligo, de ida y vuelta, de vuelta y de ida. Recuerdo un par de cosas que te dije anoche, un par de cosas que me dijeron anoche. Pierdo el miedo: estás aquí, conmigo, a la par mía, en mi cama, y me encanta.

Te quiero mucho hoy, te digo. Soltás esa risa que me pone los pelos de punta, no por miedo, sino por el placer que me da oírte reír. Soy escritor, sigo diciéndote, así que no tengás miedo de nada. Te vi y quise hacerte poesía, sos un nuevo libro, una nueva historia. Sonreís para mí. Nada más que para mí. Yo también tengo un par de cosas que limpiar de mi clóset. Yo también tengo un par de fantasmas atrás, que me persiguen. Y también tengo miedo. Pero hoy no. Hoy me despierto con tu olor, y nada más me importa.

1 sept 2009

Hoy recordé la primera vez que rompí con alguien.. Cómo subió al carro rojo, y se fue sonriendo. Como diciendo Yeah, mission accomplished: I've broken a heart. Nunca ví a nadie con tanto orgullo en los ojos. Y no, jamás voy a olvidar esas palabras: No te quiero. Aún así, lloré tres días mientras me bañaba, y me limpié las cicatrices con saliva. La noche volvió a ser mía y me volví a enamorar. Esta vez, todo parecía diferente. Quiero un fuckbuddie, me dijo. Y yo accedí, sabiendo que no era que quería un fuckbuddie cualquiera: me quería a mí, si no, no me lo hubiese dicho de la forma en que lo dijo. Accedí, pues. La emoción me duró tres meses. Y el llanto, diez minutos. Agarré un par de cigarrillos, y la luna me guiñó un ojo. Tuve lo que deseaba, y ahora buscaba lo que quería. Busqué la mejor manzana, y me la comí completa. No dejé ni el centro. Engullí todo lo que pude. Todo. Y la manzana se fue, pero no me dejó. Quise morir N cantidad de veces. Lloré por días. Luego salí a caminar por la calle, y me encontré con Elphaba. Verde. Enorme y verde. Con un secreto entre las piernas. Y me enamoré de su color. Tenía algo verde sólo para mi boca. Tenía que comer todo. Y devoré hasta el último pedazo de su color. Hasta que quedó transparente. En ese momento, pude ver dentro, y todo estaba muerto. Yo mismo había matado todo con mi hambre. Que no era su culpa, y que era mi problema: el hambre. Aún así, Elphaba siguió dándome migajas, y yo seguí devorándolas. Nos desgastamos tanto encontrando grises y olvidando los demás colores que, de repente, me dejó de interesar. No le gustó mi canción = no le gusté yo. Y dejé que se fuera. Me acosté con dos o tres sin ningún miedo de quitarme la ropa. Y fui feliz 20 segundos. No me importó nada, más que olvidar. Y eso fue fácil. Siempre todo ha sido tan fácil. Siempre camino con la luna guiñándome un ojo. Con la noche, completa, entera, a mordizcos, sólo mía.