Lo que pasa es que sabés cómo mantenerme atado a tu cintura. Con esa parquedad en la cama (o en la bañera, o en el carro, o en los baños de aquel bar...) que me motiva a hacerte gritar. Sabés mantenerme atado a tu cintura con ese estertor final que me hace sentir útil. ¡Qué me importa si te vas! En esos momentos gritabas "¡Ah!". Yo quería que gritaras, cuando me iba, que me quedara con vos.
1 comentario:
auch
sexy ;)
un besito.
te sigo.
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