16 jun 2009

Sobre manzanas y otras frutas...

Hablar con mi Manzana, aunque sólo me responda monosílabos, es gratificante. La historia de mi Manzana, está de más que vuelva a explicarla (aunque si dan el click sobre ella, les aparece y la pueden leer o releer). Pero es que hay personitas tan... no quiero escribir especiales, porque sonaría trillado o cliché. Mejor escribo, hay personitas tan trascendentales en la vida que hacen que, con sólo recordar un segundo de historia compartida, se borre todo. Todo. Cuando un sentimiento así de grande se manifiesta, no cabe duda que, al menos de parte de quien siente el cambio químico y emocional en e cuerpo, existe una gran admiración y agradecimiento. Así que recuerdo hoy a mi Manzana, y cómo se come la ciudad donde se encuentra. Aunque sólo me responda monosílabos, la seguridad y libertad que me dio, renace. Aunque ya no sea como antes, aunque tenga otros objetivos, sé que sigue esperando la copia de mi libro por algo.

Nunca hubiera aprendido a desnudarme (cuerpo y alma) si no hubiera sido por mi Manzana.

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