1 oct 2010

El matadero

I

yo sólo quería que pasáramos de largo

quería dejar de reconocer tus ojos
tu nariz - tus pómulos. El pelo, salvaje
yo quería comprender que eso ya está vacío
los ojos, digo, y todo lo demás
pero no
me temblaron las pupilas y las manos

y te hablé.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es re putamente ILÓGICO el poder de identificar a ese alguien, estando entre cien mil transeúntes en donde el espejo empolvado no deja mostrarte por completo. Pero pasa.

Vacío y hasta exprimido estaba todo, solo hasta el momento en donde ése "todo" se volvió a llenar de palabras cruzadas.

C. Ba3

Unknown dijo...

Y es que hasta su olor se reconoce entre la multitud...y allí me pierdo