20 oct 2010

escupen tu faz

somos los hijos de la sangre
y los colmillos de coca
somos balas perdidas
que chocan en los pechos de madres
desnutridas

libres al viento
nuestros gritos y lamentos
nuestras quejas y silencios
mueren en los pistilos de las orquídeas
teñidas de rojo
(eran blancas, blancas como la coca buena)

nosotros mismos nos silenciamos por miedo
tenemos todos animales adentro que quieren salir por nuestros dedos

2 comentarios:

Fernando dijo...

excelente poema

Mayling Q dijo...

Tenés muchísima razón. Nos callamos por miedo a represalias. Nos hemos vuelto inmunes a tanto sufrimiento, y a la sangre de inocentes derramada en los suelos del país.