Huiste de mí
porque te diste cuenta
de que soy muy bueno.
Porque mi amor, para tus caprichos,
es demasiado grande.
Porque mi complejidad
es perfecta.
Porque mis labios
saben a sangre.
Huiste por el cielo nocturno,
pero olvidaste que de él soy dueño.
Que la luna es mi hermana
y las estrellas mi reflejo.
En fin…
Huiste de mí
porque te diste cuenta
de que soy bueno.
Porque para amarte
me sobraron la voluntad
y los versos.
1 comentario:
¡Me ha encantado! Fabulosa escogencia de palabras. Disfruto con esa serena certeza de apreciar la pérdida en el otro. Me llega en un buen momento. Gracias.
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