3 feb 2009

Cuento No. 4

De pronto, el niño descubrió que había estado mintiéndose todo este tiempo. Que había optado por el sendero seguro. Aquél. Y no éste. No éste, en el cual sabe del peligro. Inminente, el peligro. De hecho, también, inevitable. Como inevitable es escribir de más, como siempre, sin objeto. El niño se ha atado una cuerda a los tobillos para saber por dónde volver. Una cuerda roja. Fuerte, la cuerda. Como fuerte lo que lo une a ella. Por el sendero seguro, el niño camina, atado a la cuerda roja. El niño sólo quiere darle la vuelta al mundo. Claro, por el sendero seguro. Y sí, claro, siempre atado a la cuerda roja. Siempre fuerte, la cuerda. Siempre fuerte lo que los une. Siempre fuerte el mundo, y el camino. El niño sabe lo que está haciendo.

El niño sólo espera otro temblor.

1 comentario:

Carla dijo...

Noooo niño no!!!! no regrese!!! nooo!!!