1 ago 2010

Génesis

Amantes,
nos une una N - esa variable

inconstante

omnipresente
Necesaria
que hace que cada vez nos importe menos
el tiempo,
también las horas y los gestos.

Mi poesía tiene nombre y apellido
y se me escurre
húmeda
por entre los dedos y la boca.
Yo me he tatuado tantas letras
en el cuerpo
y han hecho nacer en mí nuevos sonidos,
nuevas palabras...
¡Cuánto tiempo pasa, y pasa el tiempo
entre tus dedos y tus pestañas!

Me gusta escribir cartas en verso
a todas esas letras tatuadas que
no se han interesado en esta piedra viviente.
Me gusta abrir mi carne y ocultar entre sus pliegues
a mis amantes
y quedarme con un retazo de su pelo allí dentro.
Me gusta ser libre, y escribirlo, y perder la culpa
entre papeles que no importan
porque si ya no los tengo dentro
ya no son parte mía
ya no son mi problema
Me gusta darle un nuevo sentido a lo que se traslada
de sus
cerebros/sexos/almas/corazones a sus bocas.
Me gusta perderme hace 13 minutos
y encontrarme
encima tuyo
con la boca roja e hinchada
otra vez víctima
otra vez presa
de la sed insaciable
de crear y parir
el nuevo sentido
el nuevo singificado
que se le puede dar a la palabra
soledad -
(Del lat. solĭtas, -ātis) -
después de un buen orgasmo.



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