2 nov 2010

cuento corto que no vas a entender

cuando vengás, sin cadenas y sin miedos, habrá un refugio entre mi oreja y mi cuello para que enterrés tus deseos más perversos. y no voy a escucharlos. voy a ser una caja y una camisa de fuerza. pero eso, para cuando vengás sin cadenas. para mientras, soy pimienta y soy opio.

2 comentarios:

Miguel Rivera dijo...

Like!!
hasta se me ocurren un par de chavas que se lo merecen

November dijo...

sin cadenas y sin miedos... muy difícil que una persona no tenga cadenas ni miedos no?