intenso

y vuelvo a llamarte
sólo porque quiero llamarte
y vuelvo a besarte
sólo porque quiero besarte
y vuelvo a rendirme
porque querés que me rinda
al encanto de tus pestañas
y los hoyuelos de tus mejillas
y el brillo de tus ojos tristes
que, cuando me ven,
verdad, o mentira,
echan una chispa que enciende
mis motores infantiles
para dejarme caer en tus brazos
y decirte
todas las veces que me nace
que te amo
sólo porque quiero amarte
sólo porque nos genera
una sonrisa
porque nos tranquiliza el alma

porque es una verdad absoluta y necesaria